El verano llega a su fin y eso significa que se acerca uno de los momentos más esperados por los viticultores y amantes del vino: la vendimia.
En España, el inicio de la vendimia abarca desde el mes de julio hasta octubre dependiendo de la zona en la que nos ubiquemos. En el caso de Valtea, al situarnos en las Rías Baixas, la vendimia se da entre los meses de agosto y septiembre.
La importancia del momento de vendimiar
Es muy importante escoger bien el momento de la vendimia, ya que esto determinará la calidad sensorial, nutritiva y formal de nuestro vino.
Además, una uva de mejor calidad y recogida en el momento exacto, requerirá menos recursos de la bodega. De esta forma, conseguimos un buen producto a un coste de producción menor.
La vendimia es un proceso clave para la elaboración de nuestro vino y para el que se trabaja durante todo el año en la bodega, por lo que es una fase delicada que requiere tanto de conocimientos vitivinícolas como tecnológicos para obtener el mejor resultado.
El papel del enólogo
El papel y responsabilidad del enólogo de la bodega es fundamental a la hora de realizar la vendimia. Es la persona que tiene la capacidad y conocimiento para realizar todas las actividades y tareas relacionadas con el cultivo de la vid y la elaboración de los productos derivados.
Esto lo convierte en el encargado de anunciar el mejor momento para dar paso a la vendimia. Además, debe supervisar el proceso de recogida, el transporte de la uva a la bodega y la selección final de esta.
Cómo saber cuando comenzar la vendimia: el muestreo de la uva
Para saber cuándo es el momento exacto de comenzar la vendimia, se debe realizar un muestreo de las uvas tras un seguimiento regular de estas. Las muestras se obtienen seleccionando productos de distintos puntos del viñedo y así evaluar distintos parámetros que indican su estado.
Es importante, para llegar a este momento, el envero de la vid que se produce durante los meses previos de julio y agosto. Esta fase afecta al sabor, aroma y color del vino. Es en este momento en el que las uvas pierden su color verde, se incrementan los niveles de azúcar y agua y su grado de acidez desciende.
Tras este proceso clave, es cuando se completa la maduración alcohólica y fenólica de las uvas. Este es el momento de comenzar el estudio del estado de la uva para comenzar con la vendimia.
El grado de madurez
La maduración de la uva es el proceso en el que esta se vuelve apta ya sea para el consumo normal o para su uso en la elaboración del vino. Esta característica pertenece a la mencionada anteriormente fase de envero.
El color amarillento de la uva es uno de los indicadores de que el producto se encuentra ya maduro. Además, crecen en peso y tamaño, aumenta su nivel de azúcar y su piel se debilita.
Para acertar con el punto justo de maduración, se debe medir el contenido en azúcar que afecta directamente al nivel de alcohol del vino. Es necesario prestar atención a la acidez de la uva, puesto que determinará la frescura y equilibrio del producto final. Por último, se debe estudiar su pH que afectará al sabor del vino y a su aroma así como al envejecimiento de este.
El tipo de vino
El tipo de vino es, también, un factor a tener en cuenta para comenzar la vendimia. En el caso de los vinos blancos como Valtea se cosechan en el momento en el que las uvas tienen cierta acidez y el contenido de azúcar moderado. De esta forma se obtienen vinos frescos.
La importancia de la meteorología
El clima y la meteorología tienen un papel fundamental en la maduración de la uva y condicionan la vendimia. La temperatura, la cantidad de precipitaciones o sequía, la cantidad de luz del sol recibida y la humedad, son los factores climáticos que influyen en la composición química de las uvas.
Los climas húmedos y frescos como el de Galicia permiten tener vinos blancos albariño de baja graduación y alta acidez como puede ser el Valtea Albariño 2022.
