El vino se hace en la tierra, el vino lo hace la cepa.
Son dos metáforas que se han convertido en los grandes principios filosóficos que rigen nuestra práctica vitivinícola.
Con un minucioso cuidado de la tierra mantenemos el equilibrio entre el sistema radicular y la parte aérea. Realizamos poda en verde cuando se requiere, deshojando las hojas en su momento adecuado y haciendo aclareos; realizando la vendimia a mano y escogiendo cada racimo en su momento óptimo de maduración. Ya en bodega, una vez seleccionada la uva en función de su calidad y de las viñas de donde provienen, seleccionamos los mostos en diferentes calidades, separando el mosto flor del mosto prensa.
Una vez desfangado, intervenimos lo mínimo posible en el proceso de fermentación, sin dejar de ser observado por nuestro equipo técnico y asumiendo en cada momento las decisiones pertinentes que redunden en una mayor calidad del vino.
Como resultado de todo esto nace Valtea, un vino muy personal y varietal que expresa toda la potencia de la tierra donde nace, siendo así reconocido como uno de los mejores blancos de España por la opinión especializada.