La viticultura está profundamente condicionada por la climatología de cada zona de producción. Galicia por ejemplo tiene un clima muy húmedo en verano que se contrarresta con las horas de insolación que recibe la región, lo que ayuda a la alta humedad de la zona (por evaporación).
Si hablamos de la Denominación de Origen Rías Baixas, que se extiende por la zona atlántica de la región, las precipitaciones son poco frecuentes y poco abundantes, las tormentas de verano son raras y es bajo el riesgo de granizo.
En esta estación también se produce una importante sequía edáfica favorecida por el descenso de las precipitaciones, aumento de la temperatura y por unos suelos arenosos que facilitan la infiltración.
Pero ¿cómo afecta a la producción de vino las altas temperaturas y la sequía?
Las altas temperatura
La temperatura es esencial para el buen desarrollo y maduración de la uva. Lo ideal es que exista una marcada diferencia entre la temperatura diurna y nocturna, pues favorece una maduración lenta del fruto.
El aumento de temperatura durante el ciclo de la vid, y particularmente después del envero, promueve la madurez temprana de la fruta y un desacoplamiento entre la madurez alcohólica y fenólica en la vid. Es decir, afecta a los azúcares y ácidos orgánicos de la uva.
La sequía
La abundancia o escasez de agua es un factor de máxima importancia para el desarrollo de la vid y la posterior calidad del vino. Las lluvias veraniegas, siempre que no sean excesivas, ayudan a un desarrollo favorable del tamaño de las uvas. Por ello, es importante que los veranos sean cálidos y secos. Ya que los veranos húmedos pueden favorecer la aparición de plagas.
El aumento de la transpiración de la uva debido a un déficit de presión de vapor de la atmósfera como resultado de temperaturas más elevadas y humedades del aire más bajas, contribuye a la contracción de las bayas.
Por ejemplo, la sequía edáfica o excesos de radiación, conducen a necrosis y pérdidas de volumen de las bayas, pero a una velocidad mayor, ya que se desarrolla en un plazo de horas o días.
Estos factores están obligando a transformar los ciclos del vino. La vendimia se está viendo adelantada, si la maduración de la uva es rápida requerirá una vendimia temprana.
¿Qué es la vendimia temprana?
Esto se debe a la maduración temprana de la uva y provoca que se produzcan vinos de mayor contenido alcohólico y de calidad. La calidad se ve reforzada porque la restricción hídrica, sumada a las altas temperaturas provocan una concentración óptima de azúcares en la fruta.
La contrapartida es que la producción se ve mermada, la recogida de la uva es más selectiva y no se recoge tanta cantidad de uva.
