Crecente, una región vinícola de la D.O. Rías Baixas, es un punto de encuentro entre las fronteras de Pontevedra, Ourense y Portugal que nos permite mantener una conexión con la naturaleza. Su ubicación cercana al río Miño y rodeada de naturaleza y caminos olvidados nos permite poder disfrutar de distintas rutas de senderismo para toda la familia . ¡Descúbrelas con nosotros!
Rutas más populares en Crecente D.O. Rías Baixas
Ruta de Coto da Cruz
Es posible que una de las rutas en Crecente D.O. Rías Baixas más populares sea la ruta de Coto da Cruz. Con una distancia de 7 kilómetros, este camino parte del torreiro de la parroquia de Freixo cara Mollapán y Soutomaior, a través de los caminos entre cultivos y viñedos.
Se trata de un camino circular por los montes desde el que podemos observar los cruceros y todas las construcciones catalogadas. Con el avance en el camino, la vegetación se vuelve más forestal, ganando protagonismo los pinos y eucaliptos, así como los alcornoques que nos acompañan durante toda la ruta.
En este sendero podremos ver la Capilla del Cristo de los Afligidos y un Cruceiro Quebrado que se encuentra sobre un antiguo cruce de rutas del Camino Real. Tras recorrer la zona de la Sinada, podremos encontrar la ermita de la Virgen del Camino y el Crucero de Santa Margarita que data del siglo XIV.
Esta estructura posee sus propias leyendas como la que dice que fue un caballero quien lanzó una piedra para marcar el lugar donde se construiría el santuario.
Siguiendo el camino establecido, llegamos al mirador de Coto de la Cruz, desde el que podemos observar el río Miño separando Crecente, Padrenda y Portugal. Siguiendo el camino, llegaremos por el Busto hasta el Barrio de la Granxa, lugar donde surgió la resistencia del campesinado gallego contra las tropas francesas.
Para finalizar, tras pasar las zonas de cultivos, llegaremos al Molino de los Tarendos, un molino hidráulico tradicional que se restauró y, en la actualidad, puede ser visto en funcionamiento.
Esta ruta fue creada por la asociación de vecinos del municipio, y hace un breve y asequible recorrido que, incluso, puede hacerse en coche para reducir los kilómetros a pie.
Ruta de la Lamprea
El hecho de que el río Miño recorra Crecente, nos permite descubrir las pesqueras, unas construcciones de piedra que penetran el canal desde las dos orillas. Este mecanismo se utiliza para pescar las lampreas, un pez que se consume desde la Edad Media.
Esta segunda ruta en Crecente D.O. Rías Baixas tiene una distancia de 30km que se debe hacer en coche y a pie. Partiendo del Mirador de Guillade desde el que observar la panorámica de los meandros del río Miño.
Bajando en coche y a través de una pequeña ruta a pie, podremos conocer tres pesqueras del Miño: lonja de Barxelas, Malicioso y Nova. Es una pequeña conservación de las que se conservan colgadas en sus orillas.
Si continuamos la ruta, ya sea en coche o a pie, podremos hacer la ruta de las tres capillas. Empezaremos por la ermita de la Virxe do Camiño, que podemos visitar también en la ruta de Coto da Cruz. Seguiremos por el Cruceiro Quebrado para finalizar con la Capilla de Fátima, una de las primeras construcciones en España dedicadas a esta Virgen.
Para finalizar, tras 25 minutos en coche, en la capital del municipio, podremos visitar la Iglesia y la Torre de Fornelos. La ruta finaliza en la parroquia de Albeos, donde podemos encontrar las ruinas del Monasterio de San Paio. Este recorrido termina en el Pazo de Fraga, un edificio de estilo barroco y planta noble.
Ruta del Mirando al Miño
El objetivo de esta ruta en Crecente D.O. Rías Baixas es descubrir los recursos paisajísticos, naturales, históricos y artísticos de la parroquia de Filgueira.
Con una distancia de 9km e inicio en Forno da Tella, este trazado transcurre por parte del antiguo Camino Real, la antigua vía principal de comunicación entre los Reinos de Castilla y Galicia.
A lo largo de esta ruta podemos conectarnos con la naturaleza gracias al riachuelo de Paizás, las trece fuentes repartidas por el camino y las aguas del Río Miño.
Aunque una pequeña parte de esta ruta transcurre por la carretera, la mayoría del camino se sitúa entre bosques de vegetación autóctona de Galicia.
Otra de las rutas de lo que se conoce como “Mirando al Miño” es la ruta del Vilar, que permite los baños en la playa fluvial de Mandelas y acoge la Bodega Valtea. Así, es fácil poder cumplir la tradición de tomar un vino Albariño D.O. Rías Baixas característico de la zona.
Nuestra bodega situada en los Valles del Miño se sitúa en una zona de microclima especial que permite que nuestras uvas consigan el grado de madurez necesario para la elaboración de unos vinos únicos de gran calidad.