Los avances tecnológicos cada día son mejores y más avanzados, por lo que es menos frecuente que salga alguna botella de vino de la bodega picada.
Al utilizar materias orgánicas siempre hay una pequeña posibilidad que entre oxígeno en la botella, favoreciendo la fermentación ácida. Aparte de esto, la biología es difícil de controlar, ya que todo vino tiene levaduras y bacterias que crean un vino de alta calidad.
¿Qué es el vino picado?
Un vino con el transcurso del tiempo y un mal tratamiento se puede llegar a picar. El sabor de este cambia, se vuelve ácido y agrio por lo que no se debe consumir. El cambio de sabor es causado por el proceso de oxidación por la presencia de aire y de las bacterias acéticas o acetobacter.
Estas bacterias metabolizan el etanol presente en el vino, produciendo ácido acético como otros compuestos. Dependiendo del tiempo que haya transcurrido desde el inicio de la metabolización el vino se puede encontrar con un sabor ácido o totalmente avinagrado.
¿Por qué se pica un vino?
Los dos factores necesarios para que se pique son: el oxígeno y las bacterias acéticas. Los avances tecnológicos han ayudado continuamente a la conservación del vino, pero no se puede controlar todo, ya que la biología tiene su propias normas, las cuales no se pueden obviar.
El empleo de materias orgánicas como los corchos hacen que la posible entrada de aire sea más fácil. Para evitar que las bacterias proliferen lo mejor es que controlemos la exposición al oxígeno de las botellas.
Motivos principales por los que un vino se puede echar a perder:
- Mala práctica durante el proceso de elaboración. Durante la fermentación y maceración en la barrica se ha expuesto a grandes cantidades de oxígeno o en los procesos de embotellado, etc.
- Inadecuado cuidado en la comercialización o almacenamiento. Hay infinidad de motivos pero algunos de ellos son por ejemplo: un excesivo movimiento durante el transporte de las botellas que permite la entrada de oxígeno, cambios bruscos de temperatura, mala conservación de las botellas, etc.
Trucos para saber si está picado
Es necesario que tengas en cuenta estas claves que te vamos a enseñar, ya que es importante tener el conocimiento tanto para que no te sirvan un vino en mal estado, o mismamente para que no lo sirvas a tus invitados o incluso a ti mismo.
Examinar la botella
Es difícil saber si un vino está en malas condiciones solo observando la botella, pero siempre se puede sacar alguna pista. Donde podrás obtener mayores evidencias es en el tapón y en el capuchón que lo recubre, si este se encuentra sobresaliendo o abombado, serían síntomas de que no se encuentra en buen estado. Además debes comprobar la añada por si ha transcurrido demasiado tiempo desde su consumo recomendado.
También debes revisar el estado de la botella en general como la etiqueta o si hay presencia de moho en ella. Si aún no has abierto la botella y se pueden observar trozos de corcho en el vino es un indicio de la entrada de aire y seguramente se encuentre picado.
Observa el vino
La mejor forma de observar el vino es servirlo en la copa. En el caso de los vinos blancos su aspecto cambia, se puede apreciar la pérdida de transparencia y algunos tonos marrones en el lugar de los tonos amarillos brillantes clásicos del vino.
Prueba olfativa
El olfato es uno de los sentidos que nos permite identificar los aromas del vino. Cuando se encuentra con un alto nivel de ácido acético desprende un olor poco agradable. Algunos de los posibles olores son a manzana podrida, vinagre o acetona, entre otros. Si el olor es muy sutil podemos dejar reposar el vino por unos minutos. Si después del reposo al moverlo persisten los olores desagradables, el vino se encuentra picado.
Prueba del gusto
Para finalizar nos queda la cata, si tienes miedo por una posible intoxicación no te preocupes, el vino picado no es tóxico. Si este te deja notas ácidas, agrias y sensación de aspereza en la boca, definitivamente se encuentra en mal estado.
En conclusión, ya has comprobado que detectar un vino en malas condiciones es sencillo. El vino tiene matices ácidos por naturaleza, pero un sabor extremadamente ácido u olores desagradables son un indicador de que no se puede consumir. Para finalizar recuerda conservar las botellas de forma adecuada y así podrás disfrutar del vino sin ningún tipo de preocupación.