Nos encontramos en plena época de poda en la Denominación de Origen Rías Baixas, por lo que os vamos a hablar de la importancia que tiene este momento del año para la Bodega Valtea.
Como ya comentamos en alguna ocasión, la vid es una planta rústica, muy dura, que no necesita excesivos cuidados, sin embargo, la poda es crucial para el desarrollo de la planta y puede determinar la calidad y cantidad del fruto final.
Es un momento determinante para la producción del vino, ya que la forma y momento de realizar la poda determinará el número y calidad de los racimos y, por lo tanto, el volumen y calidad de la cosecha.
Si no se realizara, la planta crecería de forma descontrolada, y muchos racimos no saldrían adelante o serían muy pequeños e inservibles. Esto se debe a que la vid es una planta trepadora, con crecimiento ilimitado, por lo que hay que controlarla.
¿Qué es la poda?
La poda consiste en sacar madera de las ramificaciones de la planta para que salgan nuevos brotes controlados, ya que solo reciben savia las yemas de los extremos de las ramas, llamados sarmientos.
Por lo que hay que disminuir el número y longitud de los sarmientos, sobretodo de las yemas situadas más cerca del tronco, para que la vid produzca menos racimos pero de más calidad. El objetivo es limitar el crecimiento natural y mejorar el rendimiento de la planta y la calidad de las uvas.
También hay que tener en cuenta que la poda tiene una función reguladora en la planta y debe adaptarse a la variedad de que se trate y a la zona en la que esté ubicada. Además, la poda alarga la vida de la vid y la ajusta al espacio en la que se cultiva, facilitando el trabajo de mantenimiento y recolección.
¿Cuándo se realiza?
La poda se realiza normalmente entre noviembre y marzo, durante el periodo de descanso de la vid que es cuando la viña se encuentra inactiva.
Debe comenzar con la caída de la hoja, cuando las hojas ya están amarillas, esto quiere decir que la planta está ya inactiva, ha comenzado su descanso vegetativo y la savia se almacena en el tronco de la planta.
En Galicia, para las cepas de vino albariño, la poda se realiza entre los meses de enero y febrero, pero no hay una fecha determinada. Depende en gran medida del tipo de invierno que venga y como afectan sus bajas temperaturas a la vid.
Para realizar la poda lo mejor son los días frescos pero soleados, sin demasiada humedad, para evitar así una mala cicatrización de la herida y que el corte de la planta pueda provocar la aparición de parásitos o enfermedades.
Con la primavera y el aumento de las temperaturas la planta se reactiva y sale de su reposo invernal. La savia vuelve a las ramas y sale, es lo que comúnmente se conoce como lloro de la vid, tras el cual se producirá la floración, entre los meses de abril y mayo.
Tipos de poda
Como ya comentamos existen distintas formas de poda. En términos generales, podemos diferenciar la poda según la edad de la planta y según la época del año.
- Según la edad de la planta podemos hablar de poda de formación, se realiza en plantas jóvenes. Se trata de podar la viña para que adopte una determinada forma y se adapte al lugar que le corresponde. Este tipo de poda varía según el clima o la variedad de uva; y la poda de fructificación, cuando la planta ya está formada y el objetivo es lograr la mayor calidad del fruto.
- Según la época del año, podemos hablar de poda seca, de la que hemos hablado en este artículo o de poda verde. Se realiza al final de la primavera y solo se lleva a cabo cuando la planta ha crecido mucho y se eliminan solo los sarmientos necesarios para controlar su tamaño.
En resumen, nos encontramos ante uno de los momentos más determinantes del año en el mantenimiento de la vid ya que tal y como dice el refrán “De tal cepa, tal vino”.
