La Semana Santa está a la vuelta de la esquina y sabemos que eso se traduce en reuniones y veladas en las que la comida y la bebida se convertirán en protagonistas.
Y es que, además de las tradiciones como las procesiones, la música y las danzas, desde tiempos inmemorables ha existido la tradición del vino en Semana Santa. Pero esta vinculación entre la bebida y la religión no se queda únicamente en la religión cristiana, sino que se extiende a todas las fes que existen alrededor del mundo.
Este brebaje que proviene de la uva, siempre ha tenido una asociación directa con el símbolo de regeneración en las distintas creencias.
Con motivo de estas fechas, hoy en Valtea te desvelamos todo sobre la tradición del vino en Semana Santa y cómo combinarlo con los platos propios de estas fechas.
¿Cuál es el origen de la tradición del vino en Semana Santa?
Como adelantábamos, religión y vino están estrechamente ligados. Antes de la normalización del cristianismo, ya tenemos constancia de la vinculación entre vino y dioses.
En el caso de la mitología griega, tenemos al famoso dios Dioniso. Si nos vamos a la romana, tenemos a Baco. Y si viajamos al sur, descubriremos que en el antiguo Egipto, el dios más importante del panteón, Osiris era el representante del vino.
Es por estos antecedentes a lo que hoy conocemos como cristianismo, que sabemos que, en realidad, la idea de resurrección de dioses y su relación con el vino no es idea de la Biblia.
No obstante, si nos centramos en lo relacionado con la Semana Santa, por supuesto tiene origen en el cristianismo y la Biblia. En concreto, el origen de este hecho está en el Jueves Santo propio de esta festividad.
Este día es el recuerdo de La Última Cena, la última ocasión en la que Jesús de Nazaret se reunió con sus discípulos para compartir pan y vino antes de su muerte. La religión cristiana considera este momento como el inicio de la asociación entre estos productos y la “sangre y cuerpo” de Cristo.
Por esta razón, aunque es común el consumo de vino en festividades y celebraciones que tienen origen en el cristianismo, es en Semana Santa cuando tiene un verdadero significado.
La tradición del vino en Semana Santa
Si tiene tanta importancia durante tantos siglos, ¿cuál es entonces el papel actual del vino en estas fechas?
Más allá de su relación con el simbolismo cristiano, la tradición del vino en Semana Santa está ligada también a la gastronomía típica de la festividad. Además de la obligación de la abstinencia de carne durante el periodo de cuaresma, durante siglos se ha creado una tradición gastronómica alrededor de esta fiesta religiosa.
Torrijas, leche frita, rosquillas, huevos de chocolate, potajes… Seguro que todas estas son comidas típicas que te resultan familiares en esta época del año.
Es posible también que te sea familiar el cordero como plato principal en estas fechas. Y es que, a pesar de la ausencia de carne que se pide en la cuaresma, el cordero es un alimento muy típico tras la “Semana de Pasión” anterior al famoso Domingo de Ramos. Esta carne tiene el objetivo de funcionar como recompensa por el esfuerzo de la ausencia de carne.
Por lo tanto, el vino tiene un papel como acompañante en los platos típicos de Semana Santa. Su elección es fundamental para conseguir una buena combinación que nos permita disfrutar de buenas veladas en este largo periodo de festividad.
Y es por dicha razón que hoy te explicamos cuáles son los maridajes perfectos para mantener la tradición del vino en Semana Santa.
El maridaje perfecto con pescados
Si seguimos la tradición de mantener alejada la carne de nuestras comidas, nuestro plato principal seguramente sea pescado. El bacalao es el que se lleva todo el protagonismo durante estas fechas y, aunque la variedad de platos y combinaciones con él son amplias, el mejor acompañante es solo uno. El vino blanco es el acompañante perfecto para este producto.
Como sabes, en Valtea somos expertos en el vino blanco, concretamente Albariño. Por eso, una gran opción a la hora de acompañar tus platos de pescado e, incluso, marisco, es el Albariño Valtea o Valtea Finca Garabato. Un vino Albariño con un aroma a fruta madura que combina a la perfección con los platos principales protagonistas de Semana Santa.
El mejor maridaje para los potajes
Al contrario que con el pescado, en el caso de los potajes y platos de cuchara típicos y algo pesados de Semana Santa, el vino perfecto para un buen maridaje es un vino criado sobre lías. Este vino con cuerpo será perfecto para acompañar una sopa de ajo o un potaje de vigilia tan propios de esta festividad. Nuestra recomendación es el Valtea Cuvée Especial “Lías” en boca es potente, carnoso y muy frutal.
Finaliza la velada con un buen maridaje
Estamos seguros de que sabes que los postres y dulces tienen un papel protagonista en la gastronomía de Semana Santa. Los buñuelos, los roscos de vino, la leche frita y, por supuesto, las famosas torrijas, son los platos más esperados de esta esperada semana. Y como no, la mejor forma de acompañarlos es con un vino.
Aunque todos los vinos Albariño son versátiles, la mejor opción a elegir es un vino espumoso. La abundante dulzura de los postres junto con su melosidad forma el perfecto maridaje con nuestro Espumoso Valtea Brut Nature Cuvée Especial. Su textura cremosa que ofrece complejidad y frescura, hace que este vino tenga un papel fundamental como acompañante de postres y dulces. En Valtea cuidamos cada detalle y te ofrecemos los mejores vinos y espumosos para que no pierdas la tradición del vino en Semana Santa, ni en ninguna celebración. Por eso, puedes encontrar en nuestro catálogo la mejor opción de productos para que tus veladas y comidas sean siempre una experiencia inolvidable.