El éxito de un vino se encuentra estrechamente vinculado a la calidad de su cosecha, la cual depende del adecuado desarrollo de las diferentes etapas del ciclo de la vid. Hoy en Valtea, te explicaremos en mayor detalle las etapas de la vid que ocurren entre julio y agosto.
Fase de envero
Durante los meses de julio y agosto, la vid entra en la fase de envero. En estos dos meses se deja que el fruto madure para que pase del color verde al tono amarillento característico de los vinos blancos albariños.
Además, en julio y agosto es cuando las uvas comienzan a acumular azúcares y disminuir su acidez.
La fase de envero es fundamental para la deseada vendimia, puesto que indica la maduración de las uvas.
La uva debe ser cuidadosamente vigilada por los viticultores y enólogos en esta etapa, para asegurar que se recoja en el momento óptimo, ya que de esta decisión dependerá la calidad del vino.
¿Por qué es importante la fase de envero?
Esta etapa de la vid que sucede en julio y agosto es importante porque determinará la calidad, sabor, aroma y color del vino.
A partir de la fase de envero, se pueden realizar ajustes y aplicar una serie de técnicas a la vid para lograr una maduración óptima. Modificar los patrones de riego, realizar despuntes o ajustar los cuidados de la vid son opciones disponibles para obtener mejores resultados.
¿Cómo afecta la fase de envero al vino?
Durante el proceso de maduración de la uva que se produce en verano, principalmente en agosto, esta experimenta una serie de cambios en su composición que afectan a las características organolépticas.
En resumen, el envero es una fase de la vid que se asocia directamente con el metabolismo de la clorofila, una biomolécula de los racimos que se va degradando mientras que la síntesis de antocianos y otros pigmentos protegen las bayas de la insolación.
Este cambio en los pigmentos fenólicos, además de determinar el color de la uva, puede influir en el sabor del vino.
Los compuestos fenólicos de baja concentración presentes en las semillas y piel de las uvas del vino blanco Albariño son los responsables de su capacidad antioxidante.
La fase de envero también afecta los azúcares de la uva, que se convierten en alcohol durante la vinificación, lo que determina el grado de los vinos. La concentración de azúcares, ácidos y su relación son un factor importante durante la fase de envero.
Esta etapa también influye en el aroma del vino final. Esta fragancia tiene su origen en los compuestos volátiles así como en los precursores presentes en la uva madura. El aroma del vino podemos encontrarlo en la piel de la uva, por lo que es crucial prestar atención al envero.
¿Cuándo se produce la etapa de envero?
Como explicamos, la etapa de envero se produce a lo largo de julio y agosto. En el caso de Galicia y de los vinos albariño, este proceso suele comenzar en un día especial, el 25 de julio, coincidiendo con el Día del Apóstol Santiago.
En cuanto al grano de la uva, su proceso de envero dura entre uno y dos días. Sin embargo, en el viñedo, el proceso se prolonga hasta los 12 y 15 días. Esto se debe a que el proceso de maduración no se produce de forma simultánea.
La siguiente etapa después del envero
Tras finalizar la fase de envero y transcurrir algunas semanas, las uvas alcanzan su plena madurez, adquiriendo los matices y carácter que se apreciarán en el vino.
Durante este periodo, se completa por completo la maduración alcohólica y fenólica de la vid. Se acumulan mayores cantidades de azúcares, sustancias aromáticas, pigmentos y compuestos fenólicos.
Estos resultados, así como el proceso de maduración, son influenciados y determinados por el clima y el suelo en los que se cultivan, como es el caso de nuestros vinos.
Una vez que la uva ha alcanzado su plena madurez, llega el esperado momento de la vendimia. En el caso de los vinos con D.O. Rías Baixas, como los de Valtea, se realiza la vendimia de forma manual, un proceso más laborioso y delicado en el que cada racimo es seleccionado y cortado a mano.