El roscón de reyes y el vino espumoso

Espumosos, Maridaje, Navidad

Si eres amante del roscón de reyes y disfrutas la degustación de un buen vino espumoso, ¡este es tu blog! Así que presta atención al siguiente post.

Antes de comenzar, vamos a descubrir de dónde proviene esta maravillosa tradición del roscón de reyes y el porqué se marida con vino espumoso.

Tradición de origen pagano

Este famoso y delicioso dulce del Día de Reyes, tiene sus orígenes en las fiestas paganas de la Antigua Roma, en el siglo II a.C.

Según las fuentes clásicas, los romanos elaboraban tortas en forma de corona con monedas de oro en su interior para celebrar “las Saturnales”. Es decir, se homenajeaba a Saturno, protector de la agricultura y las cosechas.

Este evento tenía lugar tras el solscitio de invierno, pero se alargaba durante meses. El motivo de este festejo se debía al cambio de adaptación al horario solar y a su vez, por finalizar el trabajo de campo.

Las jornadas diurnas pasaban progresivamente a ser más largas, y por aquel entonces, la llegada de los días de más luz simbolizaban el triunfo.

Como recompensa por el trabajo, se repartían tortas de miel, higos y dátiles con un haba en su interior. Por aquel entonces, este haba simbolizaba la suerte, la fertilidad y la prosperidad.

Por este motivo, el esclavo que encontrase el haba, conseguiría el día libre y recibiría todos los lujos dignos de un rey. ¡Al menos por un día!

Una leyenda compartida

Siglos más tarde, como sucedió con otras culturas, esta festividad fue absorbida por el cristianismo.

La costumbre de comer este postre quedó arraigada en Francia, donde se convierte en una tradición para la aristocracia y la realeza. Así pues, este hábito adquirió popularidad y comienza a ser llamada como el “Rey del haba” o le Roi de la fave.

Será en el siglo XVIII, cuando un cocinero introduce una moneda de oro en el roscón para complacer al rey Luis XV. A partir de aquí, la moneda cobra mayor valor simbólico que el haba, convirtiéndose en el premio más deseado.

En Portugal se la conoce como “Bolo de Rei” -Bollo Real-, y quizá no utilicen los mismos ingredientes, pero también es costumbre sentarse a comerlo el 6 de enero. La tradición también llegó a México en el siglo XVI, importada desde España, aunque allí prefieren tomar el roscón para merendar.

Aunque dicha tradición ya era conocía en nuestro país, fue Felipe V quien trajo el nuevo concepto de la moneda como recompensa y el haba, se había convertido en un símbolo negativo.

El roscón de hoy

En el presente, este postre se cocina con masa dulce y con forma circular, acompañado y decorado de colores vistosos con rodajas de fruta confitada, escarchada o cristalizada.

En conjunto, se intenta imitar una corona real donde las frutas funcionan como joyas decorativas y que además, incluye sorpresa en su interior.

Hoy en día, la figura de cerámica -en lugar de la moneda- es la que simboliza suerte, prosperidad y fortaleza. Mientras que aquella persona que encuentre el haba tendrá mala suerte, pues le tocará pagar el roscón.

Ahora es tradición, por un lado, coronar a quien encuentre la figurita como el “rey de la fiesta”. Por el otro lado, a quien le toque el haba debe ser nombrado por todos como “tonto del haba”, o como dice el famoso dicho: “tontolaba”.

Asimismo, para el relleno, lo más habitual es utilizar nata montada, crema, trufa, cabello de ángel e incluso chocolate. Así que abre tu imaginación… ¡pon a prueba tu paladar y rellénalo de sabores nuevos!

Maridar con vino espumoso

Aquellos comensales más golosos acompañan el roscón con una taza de chocolate caliente o café en el desayuno. Sin embargo, en un ambiente festivo y nocturno, lo más adecuado es tomar el roscón con una copa de vino espumoso.

En general, nuestros vinos espumosos reúnen las características idóneas para esta ocasión:

  • El carbónico natural actúa como acompañante perfecto para endulzar un postre tan apetecible.
  • El aroma a pan tostado, derivado de las levaduras, es ideal para consumir con la masa de la rosca.

En Valtea, nuestros vinos espumosos presentan diversos elementos que hacen interesante este acompañamiento:

Estos dos espumosos presentan un color amarillo pálido con burbuja pequeña, fina y persistente que asciende con lentitud.

Ambos se muestran complejos y expresivos, con un potente aroma a pan tostado y bizcocho, procedentes de la crianza en lías, así como aromas a frutas frescas y flores blancas.

En boca son amplios, cremosos y persistentes, con una equilibrada acidez.

Este especial espumoso es de color citrino bien abierto, y su burbuja es fina y persistente, señal clara de elegancia.

Su fase olfativa es similar a los anteriores; complejo, expresivo y con aroma a bizcocho dulce y notas de frutas. En boca presenta una textura cremosa, resultado de la frescura de la variedad en un conjunto armonioso.

El dulzor de nuestros espumosos, permite degustar al mismo tiempo el sabor de este dulce. Además, la frescura del vino espumoso complemente muy bien la cremosidad del relleno de nata o crema pastelera.

¿Conoces a alguien que no le guste combinar el roscón de reyes y el vino espumoso? En cualquier caso, lo mejor de estas fiestas es disfrutar del roscón en buena compañía y… mucha suerte, ¡que no te salga la haba!

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