La temperatura idónea para servir el vino cambia dependiendo de su clase. Si hablamos de un vino blanco espumoso o un vino albariño cambia por completo. Lo que sí, cualquier clase de vino se debe conservar de una forma concreta hasta su apertura. Por ello, es aconsejable que se compren las botellas directamente a las bodegas.
Una botella desde que sale de su bodega hasta que llega a tus manos en el supermercado o en cualquier tienda, han transcurrido horas, incluso días. Durante ese periodo de tiempo no puedes controlar la temperatura de la botella. Por eso, como hemos mencionado antes, para conseguir la máxima calidad obtenlas en tu bodega de confianza.
Correcta temperatura en vinos albariño
En este caso vamos hablar del albariño, es un vino con aromas frutales y florales lo que lo hacen perfecto para determinados maridajes. Servir el vino a una temperatura concreta es esencial para mantener los matices y el bouquet, si lo servimos a 6º como en muchos lugares no podremos apreciarlos, nuestras papilas se habrán congelado y no saborearan nada. Por eso los grados perfectos son entre 10º y 12º, de esta forma el vino desarrolla todo su potencial olfativo y gustativo.
No puede servirse a una temperatura inferior 10º
Si has sido previsor y has guardado una botella en el refrigerador la noche anterior y esta ha llegado a una temperatura muy inferior a los 10º o 12º grados, no te preocupes. Retira la botella de la nevera unos minutos antes para que repose y llegue a la temperatura ideal para su consumo.
Pero si de lo contrario se te ha olvidado y piensas que meter la botella en el congelador es buena idea, te equivocas. El vino es un producto delicado y si le cambias la temperatura de forma brusca como en un congelador modificarás su apariencia, sabor y estructura generando cristales y posos en el vino.
Para este último caso la mejor opción es la manga enfriadora. Las hay de diferentes materiales y calidades, son muy útiles para enfriar el vino y mantener la temperatura durante la comida.
Para que este se pueda explayar en todos los sentidos, te recomendamos una copa específica para la degustación. Hay muchas clases de copas, cada una cumple con unas características.
En este caso la copa cabernet sauvignon es la ideal. La copa es más pequeña que la burdeos lo que nos facilita controlar la temperatura del vino durante la comida. Aquí también hay que resaltar que no se puede llenar más de un tercio de la copa, ya que al tratarse de un vino que se consume frío, al llenarla en exceso se calentará, y por consiguiente se tendrá que desechar.
Temperatura vinos espumosos
Como antes hemos mencionado la temperatura es muy importante, y dependiendo de la variedad esta cambia. En vinos espumosos la idónea es entre 8º -10º, sí está demasiado frío el aroma no se apreciará y el desprendimiento de las burbujas se verá afectado.
Formas de conservación
A la hora de servirlo siempre hay que limpiar la boca después de cada servicio, mantenerlo a una temperatura, etc. Si no estás dispuesto a estar pendiente de cada detalle y solo quieres disfrutar hay infinidad de utensilios que te lo ponen fácil como los tapones de vacío, las mangas enfriadoras, las cubiteras… Estos permiten una conservación y servicio del vino estupenda durante la comida.
Finalmente si no has consumido la totalidad de la botella puedes guardarla en la nevera con un tapón especial que permite conservarlo en buenas condiciones o con él mismo corcho. Guarda la botella en vertical y después de su apertura consumirla dentro de los 4 días siguientes.